Para mi el primer año de un emprendimiento es el más difícil.

Además de todos los retos financieros, logísticos y tecnológicos que te puedas encontrar, también (y es algo que tal vez no se ve ni se cuenta) están los retos emocionales de convertirnos y encontrarnos en el rol de una mujer de negocios que también tiene otras cuantas cosas que hacer. 

A mi me pasó. Cuando emprendí no tenía mucha claridad de lo que iba a hacer ni cómo, sólo sabía lo que quería lograr y sentir: independencia financiera, sentirme realizada profesionalmente y además poder ayudar a los demás. 

¿Cómo iba a hacerlo? No sabía por donde empezar, me estaba encontrando en un nuevo rol de mamá y de emprendedora, tenía muchas dudas y miedos, pero sobre todo me faltaba creer en mí.

No fue hasta que trabajé en esa claridad que comencé a avanzar y a sentirme más segura para atreverme a exponerme a esas experiencias que me hicieron crecer.

Por eso cree este curso. Para acortarte ese camino de claridad. Para ayudarte a tener acciones concretas para avanzar. Para guiarte de manera práctica y sencilla en ese camino de construcción de unas bases fuertes para tu negocio. Para compartirte lo que me ayudó y me hubiese encantado saber cuando comencé. 

Acompañémonos en este camino, para mi será un honor.